“El misterio de la cripta embrujada” Eduardo Mendoza (1978)

La historia de “El misterio de la cripta embrujada” ocurre en Barcelona en los últimos años de la década de 1970. Todo empieza cuando una niña de trece años desaparece del convento de las monjas lazaristas de San Gervasio. El asunto resulta ser más extraño puesto que la niña no dejó ninguna huella o índice: ella desapareció literalmente. Y encima, lo mismo había ocurrido seis años antes en este mismo convento, pero se quedó pendiente el asunto ya que la chica reapareció sana y salva algunos días después.

¡En estos casos raros hay que ser loco sí mismo para entenderlos! Pues, es lo que piensa el comisario encargado del misterio asunto. Por eso pide a un médico de un hospital psiquiátrico que le ayude. Así pues el protagonista principal, cliente del manicomio se verá encargado a su torno del asunto a cambio de que la justicia olvidará todo lo que él hizo, si resuelve el misterio de la niña desaparecida.

La investigación le trae hasta lo más profundo de los barrios de la antigua Barcelona. Allí protagoniza el investigador empeñado, así que tendrá que simular ser varios personajes cada vez más excéntricos, para sacar información e índices. En el torbellino de las peripecias va a traer problemas a su hermana, prostituta, que no ha visto desde hacía muchos años. Ella acabará acusada del asesinato de un marinero sueco, que como si fuera poco es un cliente suyo.

La novela me parece particularmente divertida por el carácter del protagonista: es un personaje singular, gracioso, buscavidas, inteligente y deductivo que encarna perfectamente el antihéroe. También la novela tiene mucho ritmo y mantienen suspense. Presenta todos los ingredientes que la hacen entretenida. Lo recomiendo a quien le gusta las novelas policíacas a las cuales se añade situaciones cómicas.