lunes, 31 de octubre de 2011

Anécdota en el campo de Champagne

La anécdota que he elegido para contaros pasó en el campo de mi infancia, en la cual vive mi abuela materna, la Marne. Es una región agrícola llena de bosques y estanques, donde se puede practicar caza y pesca. Ciervos, jabalís, liebres, carpas, lucios o cepas son todos los productos que suelo ver en la cocina de mi abuela. Usualmente, sus primos llegan con la caza pelada ya, pero se puede suceder que mi abuela prepare la carne de sí misma. Ella siempre dice que habría podido ser Carnicera en otra vida, más aun cuando no tiene miedo de la vista de la sangre. Sucedió una vez que debiera ayudarla con un corzo por la mañana de un domingo, mientras que estaba levantando para desayunar. Así, tomé tragos de café para darme ánimo y sujeté las patas sin vida para que mi abuela pudiera pelar el animal, llevando mis pijamas e intentando ignorar el olor de la carne fresca. Ese evento me deja pensar en el libro autobiográfico de Henri Vincenot, lo cual se intitula “La Billebaude”, cuyo el héroe se recuerda de sus primeras experiencias de caza en el campo de Bourgogne. El niño no tiene más de ocho años, y todavía está maravillado por todo el conocimiento de su abuelo sobre las riquezas de la naturaleza. A lo largo de la lectura, me di cuenta de que el autor había traducido mis propios recuerdos en la querida casa de mi abuela…

Entonces, estaba visitando a mis abuelos en un fin de semana. Viví en Paris durante los tres últimos años, lo que me permitió verlos tanto como quería. Era el invierno, un poco antes de las vacaciones de Navidad. Debíamos cenar en la casa del primo de mi abuela, Gilles, quien vive cinco kilómetros fuera de ella. Me encanta encontrarlo, pues que siempre nos cuenta historias de pesca que le sucedieron. Él tiene estanques para criar pez, lo cual se vende para poblar otros sitios de la región. Nos instalamos en el salón para aprovechar de copas de Champagne con su esposa. Gilles se ausentó un rato en la cocina, y volvió las manos cargadas de carne picada y de una rueda de Brie (el tradicional queso cremoso de Francia). No era posible que destinara esas provisiones a nuestro aperitivo. No esperamos mucho para entender la situación. En efecto, mientras que miramos por la ventana el negro profundo de la noche, aparecieron dos puntos dorados y se dibujó una silueta con cuatro patas, cuyo el pelo tenía reflejos naranja. Gilles abrió la puerta para invitar el recién llegado a entrar, y así encontramos su nueva vecina: una zorra, bautizada “Foxy” por su esposa (quien es de los Estados Unidos). No podía creer que un animal tan salvaje como un zorro se fiera de nosotros. Sin embargo, pasando su cabeza por la puerta y sus dos patas delanteras, Foxy tomó cuidadamente la carne en la mano de Gilles e hizo una vuelta en el jardín para almacenar la comida. Cuando la zorra decidió de venir otra vez para recoger queso, intenté darle en mi mano. Foxy me miró con mucha vigilancia, y ¡en un abrir y cerrar de ojos, cojo su presa, dejándome un poco de saliva en el hueco de la mano! Desapareció algunas minutas después, la boca cargada. Todavía me quedaba muy sorprendida por esa visita rara. Al final, Gilles nos explicó que la zorra vivía en el bosque al lado de su casa, que había parido una camada algunos meses antes y que la había encontrado en su jardín durante el verano. Ayudándola con la búsqueda de comida para sus niños, Foxy se había acostumbrada a recoger carne y queso allí (Gilles descubrió que el Brie era su golosina preferida), visitándoles todos los días.

Hoy, Foxy ha desaparecido, desde hace cuatro meses. Se había mudado en el montículo de leña situado en el jardín de Gilles, teniendo mucha confianza en él. Si tenía miedo de los gatos que viven en el granero, conseguía vivir cerca de los humanos, sin dejarse domesticada. Se puede que sea muerta ahora, pero prefiero pensar que se haya ido definitivamente en otro campo…

Amélie


domingo, 30 de octubre de 2011

UNA ANÉCDOTA QUE NOS SUCEDIÓ

Bueno, a ver si esta actividad del blog tiene más éxito que la anterior....

Tenemos que contar una anécdota que nos haya sucedido (extraña, divertida, terrible....). Abrid una entrada nueva para ello.

Empezaré yo contando algo que me sucedió hace unos 10 años en Túnez:

Como ya os he dicho alguna vez en clase, estuve trabajando durante 3 años en Túnez. Vivía en una casa muy bonita al lado de la playa, pero algo lejos de la Universidad donde trabajaba. Por eso todos los días cogía un tren que me llevaba desde La Goulette hasta el centro de Túnez. A mí me gustaba mucho viajar en este tren porque era un medio muy popular y podías estar en contacto con la gente (cuando iba muy lleno el contacto era excesivo. Muchos de los extranjeros que vivían en Túnez preferían ir en taxi, porque no era muy caro, pero yo casi siempre prefería el tren.
Lo que os voy a contar sucedió un día soleado del mes de abril (creo). Estos días luminosos me ponían de especial buen humor y además iba a una entrevista con un profesor muy famosos e importante de la universidad. Estaba contenta y nerviosa al mismo tiempo. Llegué al tren y me senté en mi sitio preferido; al lado de la ventanilla, para poder contemplar el paisaje. No había mucha gente. Cuando el tren empezaba a ponerse en marcha, una diminuta mano entró por la ventanilla y, de una manera muy delicada, me robó las gafas que llevaba puestas (sí, por esa época tenía unas tres dioptrías) y pude ver como un niño de unos 10 años corría con mis gafas en la mano. Y el tren iba adquiriendo más y más velocidad.... Yo no sabía qué hacer. Me sentía impotente y desvalida, no podía ver mucho sin mis gafas.... Entonces me puse a llorar, y no podía parar y recuerdo a una señora que iba sentada a mi lado que me abrazaba y me decía que me podía acompañar donde yo quisiera. Yo le di las gracias, pero le dije que iría yo sola a la entrevista con el famoso profesor. Cuando llegué estaba claramente afectada por lo que me había pasado, le pedí disculpas por el retraso y le conté lo que me había sucedido. Sus palabras fueron: "Claro, si hubieras cogido un taxi, no te hubiera pasado esto". Le odié profundamente. Cuando llegué a mi casa, llamé a un amigo tunecino para contárselo y me dijo: "¿Qué haces el sábado por la mañana?" yo no tenía planes y me contestó: "Vale, vamos a ir un sitio donde vas a encontrar tus gafas". Y, efectivamente, fuimos a una especie de mercadillo en un barrio muy muy deprimido donde vendían las cosas más variopintas. Él me decía: "No abras la boca, yo hablaré". Y fue hablando con diferentes personas, hasta que un hombre sacó....¡mis gafas!!!. Las volví a comprar más o menos por la mitad de lo que me habían costado en Madrid....

viernes, 28 de octubre de 2011

AUDIOS DEL EXAMEN DELE 16 DE MAYO DE 2009

Aquí tenéis los audios correspondientes a la parte de Comprensión Auditiva

Texto 1
Texto 2
Texto 3
Texto 4

Carta al Director - Sofia

En efecto, hay programas los cuales no están de acuerdo con la programación anunciada por la cadena Canal 10 el año pasado.

Ante todo, programas culturales y documentales científicos pasan muy temprano por la mañana (por ejemplo, lo Lunes, “Salud y Vida” es a las 9).

Hay demasiados programas de comedia y echan “Tus Videos” demasiadas veces al día, que duran demasiado tiempo. Se debían pasar menos videos, pero con más calidad, eligiendo solamente los mejores.

Los programas de música son muy tarde para que haya actuaciones en directo (como en “Música Diez”) .

Finalmente, lo día de la semana con mejor programación y lo mejor horario es Miércoles.

martes, 25 de octubre de 2011

EL SUBJUNTIVO ES LÓGICO

En esta dirección podéis encontrar las presentaciones sobre el subjuntivo que vimos en clase el lunes 24 de octubre. Se admiten comentarios, preguntas, dudas....

http://marcoele.com/el-subjuntivo-es-logico/

lunes, 24 de octubre de 2011

Carta al Director - Rodolpho

Desde hace un año la cadena X tiene un programa fuera de lugar para los espectadores que suelen mirarlo. El programa muestra la organización del cumpleaños de jóvenes de 16 años en los EE.UU. El problema es que puede tener malas consecuencias sobre un joven.

Por una parte la cadena sólo elige a personas muy adineradas. En efecto, para organizar un cumpleaños extraordinario para una chica de 16 años, ¡los padres gastan una fortuna! Tanto dinero como nunca la población mediana podría ganar en su vida. A mi parecer no debería ser un ejemplo para los jóvenes “normales”; pienso que solo puede hacerle sufrir al ver este. Porque escasas personas tienen la oportunidad de gastar tanto dinero, los demás no deben creer que ellos no lo merezcan.

Por otra parte la mayoría de las personas del programa son superficiales: ninguno se da cuenta de la suerte que tienen. Por ejemplo, muchas veces vemos a chicas que se quejan porque el nuevo coche que los padres le han ofrecido, ¡no es lo que quería! ¿Qué puede pensar un joven cuyos padres no pueden comprar ningún coche? No pienso que sea una buena educación para los jóvenes.

Por fin no necesitamos tales programas: un joven se enfrenta constantemente a las diferencias sociales, no tiene que verlo en la TV para que no se lo olvide.